Ayer en el cumpleaños de una amiga, una
persona me preguntó a qué me dedicaba. Yo le respondí: “A Personal Development”. “¡Ah qué interesante!”, dijo y añadió
rápidamente: “¿Y qué es eso?”… La
música, los saludos de la gente que iba llegando, los mozos y unos tequeños de
lomo saltado que estaban buenísimos, confabularon para que el mensaje no llegara
con claridad. Así que decidí ponerlo por escrito, de forma que la próxima vez
que me alguien me pregunte, pueda darles la dirección del blog y evitar el peligro
de atorarme o saludar a una amiga con un apretón de manos! Ahí va…
En forma resumida, Personal Development es una propuesta positiva de desarrollo humano
en la que busco ayudar a las personas a crecer integralmente en las diversas
dimensiones y ámbitos de sus vidas. Y ello se concretiza mediante asesorías
personales principalmente y también algunas actividades grupales de formación y
capacitación.
Esa es la respuesta corta. Pero hay mucho
más que decir y explicar. Así que a continuación coloco la respuesta larga y
más fundamentada para aquellos que estén interesados.
El decir que es una propuesta implica que posee una visión antropológica de fondo. Creo
que para poder ayudar a una persona a crecer humanamente, es necesario tener
una idea sólidamente fundada sobre la naturaleza de la persona humana, su
identidad, los diversos elementos que configuran el misterio que es y la
interacción entre ellos, las dimensiones de su ser y la sinergia en la que
confluyen, así como los ámbitos en que se despliega su existencia y cómo
contribuye cada uno en la configuración de la vida. Junto con esta visión de
fondo, el Personal Development que
planteo posee un estilo particular. Existe un modo de brindar la ayuda a los
demás que parte de una aproximación reverente a cada persona y constituye el
ámbito en el que se desarrolla toda la asesoría. Este estilo posee unas
características específicas que son plasmación de la concepción antropológica
de fondo y que se han ido forjando durante los años. Por último, en cuanto
propuesta práctica, el Personal
Development incluye una serie de herramientas y métodos que he probado a lo
largo del tiempo y cuya aplicación ha resultado muy beneficiosa.
Otra característica central de esta
propuesta es su enfoque. El Personal Development
busca ser una asesoría eminentemente positiva,
pues se orienta a desplegar los propios dones, crecer en las virtudes y
desarrollar las competencias personales. Digamos unas palabras sobre estos tres
elementos. Todos hemos nacido con una serie de dones o talentos que hemos ido
desplegando con mayor o menor éxito a lo largo de nuestra vida. Esos dones son
parte de quiénes somos y pueden contribuir decididamente a forjar aquello que
estamos llamados a ser. Incluso en muchos casos actúan como brújula para
descubrir el sentido de nuestras vidas. Por ello creo que conocerlos y
desplegarlos libremente es un paso fundamental en el desarrollo personal. Las
virtudes por su parte, nos ayudan a buscar y realizar el bien. Las entiendo
como hábitos estables forjados mediante la repetición de los actos para la
consecución del bien deseado. Habiendo sido un componente esencial de la paideia griega, de la educación latina y
de la forja del mundo cristiano, existe una tradición milenaria que sustenta y
alienta su aplicación. En tercer lugar tenemos las competencias personales, que
pueden entenderse como las capacidades, conocimientos y recursos adquiridos mediante
el aprendizaje que nos ayudan a obrar eficazmente. Así pues, dones, virtudes y
competencias son tres vías fundamentales para el crecimiento personal y en
ellas nos enfocamos. Ciertamente para ayudar en el desarrollo, es necesario
también atender aquellos problemas que lo impiden o retardan. Pero nuestro enfoque
no es principalmente solucionar un problema por la incomodidad, desadaptación o
consecuencias negativas que pueda generar, sino para lograr crecer como ser
humano y facilitar el despliegue de los aspectos positivos de la persona.
El Personal
Development busca ser una propuesta integral.
Es decir comprende a la persona ante todo como una unidad y considera las dimensiones
y elementos que componen esa unidad bajo esta perspectiva. La dimensión biológica del ser humano está
intrínsecamente unida a la psicológica y ambas a la espiritual. Por ello las
diversas realidades que descubrimos al aproximarnos al ser humano no han de
entenderse ni atenderse de forma autónoma o excluyente. Como consecuencia práctica de esta unidad, en
las asesorías nos aproximamos a las diversas áreas de despliegue personal considerando
su continua interacción y buscando su desarrollo armónico.
La vida humana se da en diversos ámbitos,
tal vez para simplificar podemos considerar que los principales son la familia,
el trabajo y la sociedad en general. El Personal
Development, con una aproximación holística
al ser humano, busca estar atento a que cada uno crezca y se desarrolle
equilibradamente en todos ellos. La persona que trabaja, vive en familia y está
rodeada de la sociedad es una sola. Así que es recomendable brindar una ayuda transversal
a estos ámbitos, centrándose cuando sea necesario en alguno de ellos.
Otro pilar consiste en la convicción de
que cada persona es un misterio único e
irrepetible. De esta conciencia se deriva una tremenda exigencia para quien
quiera ser asesor de otros: considerar a cada persona como un universo y atenderla
como tal. Por ello la reverencia ha de ser una de las características
fundamentales de quien quiere ser asesor de desarrollo personal. No existen
técnicas que funcionen para todos, ni métodos que se puedan repetir como una
pastilla. Cada persona ha de ser tratada como lo que es: un misterio. Y la
asesoría que se le dé ha de ser tan única e irrepetible como lo es cada
persona.
Los cinco pilares o elementos fundamentales
del Personal Development se plasman en
un sexto: la asesoría. “Asesoría” es
un sustantivo derivado de “asesor”, que a su vez proviene del latín assessor. Su significado original es “quien
ayuda”. Está etimológicamente ligada al verbo latino assideo que significa “sentarse al lado”, “sentarse junto a”, “hacer
la guardia”. Al optar por usar el término “asesoría” lo hago abrazando su significado
latino y las ideas afines a él. Una asesoría es la ayuda brindada por quien se
sienta al lado de otro y al hacerlo se esfuerza por comprender su mundo, su “asiento”
en el auditorio de la vida y el horizonte que tiene en frente y luego de comprenderlo
y respetando siempre su libertad, lo ayuda en la tarea que tenga por delante. Una
asesoría es en breve, un servicio de ayuda al otro. No es una consejería, que
suele estar centrada en dar consejos y dirigir por una senda. No es
entrenamiento, que suele estar ligado a la enseñanza de una serie de técnicas
para lograr ciertas destrezas. No es terapia, que suele partir de la existencia
de un problema a ser resuelto. El asesor busca desde sus conocimientos, su
experiencia y su propia vida, ayudar al otro a crecer como persona. Y para ello
recurre ciertamente a consejos, enseñanza de técnicas, solución de problemas y otros
elementos, pero siempre teniendo en cuenta que el criterio principal de
discernimiento es ayudar al otro.
Creo que estos seis elementos explican al
menos de manera general la propuesta del Personal
Development, así como el servicio
que brindo en las asesorías personales y en los talleres de formación. Espero
les sea útil. Hasta la próxima…
Gabriel
Pereyra.
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